miércoles, 26 de noviembre de 2014

¡INCENDIO! ¿QUÉ HAGO?

Un incendio, por suerte, no es algo muy común con lo que podamos encontrarnos en cualquier momento. Sin embargo, tampoco es que sea imposible que en algún punto de nuestra vida vayamos a estar en esta situación. Por eso mismo nunca está de más saber qué debemos hacer en estos casos.



Lo primero es tener en cuenta que un incendio no es solo fuego, si no que conlleva también otros riesgos como:

  •  El humo, los gases calientes y tóxicos: a parte de problemas respiratorios también implican dificultad para ver, y en caso de los tóxicos pueden dañar las mucosas e ir directos al cerebro.
  • Calor: que provoca deshidratación y extenuación.
  • Conductas extremas: el pánico y la pérdida de control hacen que las personas se comporten de manera impredecible, con conductas extremas e incluso a veces suicidas.
A continuación explicaremos lo que se debe hacer en caso de presenciar un incendio y que sea necesaria ayuda adicional para evacuar a personas afectadas:

  1. Lo más importante es protegernos a nosotros mismos. De nada serviría añadir una víctima más a los números.
  2. No es el momento de hacerse el héroe, debemos pedir ayuda a los servicios de emergencias (bomberos), dando todos los datos que sean posibles. Este paso como es obvio, es de gran importancia.
  3. Si aparentemente no vemos la causa del incendio lo mejor es no intervenir, ya que puede haber gases o humos tóxicos.
  4. Si observamos que el fuego está propagándose debemos evacuar a todas las víctimas. Esto también se aplica a un accidente automovilístico, si un vehículo está ardiendo hay que movilizar a todas las víctimas, incluso si están inconscientes. 

Estas medidas de primeros auxilios, bien aplicadas, pueden facilitar inmensamente el trabajo a los servicios de emergencias. Pudiendo incluso llegar a salvar vidas.

Pero... ¿y si el fuego alcanza a las víctimas? En el caso de que veamos víctimas que tengan la ropa en llamas, nuestra actuación debe de ser inmediata y rápida. Debemos seguir el proceso: parar, tirar y rodar.

Parar: en estos momentos, como es normal, es cuando cunde el pánico. Estas personas suelen estar aterrorizadas corriendo de un lado a otro. Es importante frenarlas, ya que cualquier movimiento o brisa aviva las llamas.

Tirar: Tiramos a la víctima al suelo, y si es posible la envolvemos en un tejido resistente (nunca nylon). Por ejemplo un abrigo, una manta, una cortina...

Rodar: Hacer rodar a la persona para extinguir las llamas.

Una vez hecho esto, tender a la víctima con la zona quemada hacia arriba y aplicar los primeros auxilios de quemaduras (según su gravedad). De los cuales ya os hemos explicado qué hacer en caso de quemaduras leves, y en próximas entradas os seguiremos mostrando otros casos de más gravedad.

Por último dejamos una foto para ilustrar cómo usar un extintor:







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