sábado, 22 de noviembre de 2014

PROTOCOLO PAS

En esta primera entrada de nuestro blog hablaremos de cualquier clase de accidente con el que podamos encontrarnos en nuestro día a día: una asfixia, un desmayo, una colisión entre dos o más vehículos... En cualquier momento, quizás cuando menos lo esperemos, podemos encontrarnos ante una situación en la que una persona necesite nuestra ayuda. ¿Qué hacer si nos ocurre esto?

Lo primero es tener claro que nuestra actuación es imprescindible, y que por lo tanto siempre debemos estar dispuestos a echar una mano en la medida de lo posible. Ya no solo porque diga la ley que tenemos que hacerlo (la omisión del deber de socorro es un delito), si no porque es nuestro deber como ciudadanos. Sin embargo tampoco deberíamos lanzarnos a la aventura sin pensar bien lo que estamos haciendo, porque una mala actuación en estos casos tan delicados puede tener consecuencias nefastas.
Una de las cosas que deberíamos tener en cuenta es que "lo primero es no causar daño", y que cualquier ayuda, bien hecha, puede ser de gran importancia.

Así que debemos dejar a un lado los nervios, y saber qué hacer. Por eso mismo empezaremos explicando un protocolo de actuación que se conoce como conducta PAS. 

Las siglas PAS significan:

  • Proteger
  • Avisar
  • Socorrer
Para que este protocolo de actuación funcione es imprescindible que estos tres pasos se hagan por este orden. Nunca podrían ser SAP o SPA, aunque por inercia sea lo que todo el mundo tiende a hacer en un primer momento.

PROTEGER


En primer lugar lo que debemos hacer es protegernos a nosotros mismos. Está claro que estos pasos dependen de la situación en la que nos encontremos. Si por ejemplo estamos ante un accidente de tráfico debemos asegurarnos de poner el chaleco reflectante y caminar siempre con mucho cuidado, invadiendo la carretera únicamente lo que sea  necesario.

A continuación debemos proteger el lugar del accidente. Es primordial que la zona sea segura, tanto para la persona herida como para nosotros, que iremos a socorrerla.

AVISAR

Una vez protegida la zona, ya tendremos una idea general de lo que ha ocurrido y es cuando debemos llamar al 112, el número europeo de los servicios de emergencia. Cuando llamemos, los profesionales nos harán una serie de preguntas que debemos saber contestar, en ese momento nosotros seremos sus ojos y sus oídos. Algunas de estas preguntas serán:
  • ¿Dónde ha ocurrido el accidente?: Si no sabemos el lugar exacto y no hay nadie cerca que tenga conocimiento del sitio, siempre podemos recurrir a nuestros teléfonos móviles para consultarlo. Cuanto más precisa sea la información más rápido acudirán los servicios de emergencias.
  • El número de heridos implicados y su gravedad: En función de si respiran o no, si responden a estímulos como los pellizcos... Debemos asegurarnos también de que contabilizamos a todos los afectados (en un accidente de coche mirando bien dentro del vehículo, por ejemplo). 
  • El tiempo que ha transcurrido desde que ocurrió el accidente (si lo sabemos).
  • Cualquier otro dato de relevancia: Como puede ser mencionar que en el lugar del accidente hay gente con experiencia (médicos, enfermeros, socorristas...), o que hay sustancias peligrosas implicadas (un camión que contenga sustancias peligrosas, por ejemplo).

SOCORRER


Este es el paso que más cuidado requiere, ya que según lo que hagamos podemos beneficiar o empeorar al accidentado.
Debemos comprobar el estado de la víctima, primero hablando y luego pellizcando o aplicando otra clase de estímulos. Podemos memorizar: AVDN (alerta, verbal, dolor, no responde), que nos sirve para valorar al herido. 

Si la persona responde y está consciente habrá que pasar a valorar la existencia de otras lesiones secundarias. En caso de tenerlas, las controlaremos en la medida en que nos sea posible y nuestros conocimientos nos lo permitan. Si aparentemente no tiene otras heridas esperaremos a los servicios de emergencia, pero siempre vigilando los signos, por si detectamos alguna señal de que algo va mal.

Si la víctima no está consciente procederemos a comprobar la respiración, asegurándonos de que no hay ningún objeto alojado en la boca o la garganta, y realizando la maniobra frente-mentón.
Debemos comprobar la respiración observando el movimiento del pecho, colocando la oreja sobre la boca de la víctima para escuchar algún ruido que implique que está respirando, y también colocando el dorso de la mano sobre su boca, para detectar mediante el tacto el aliento del accidentado.



Si la víctima respira, la colocaremos en la posición lateral de seguridad (PLS). ¿Cómo se hace esto?

 Con la víctima boca arriba, nos colocaremos a un lado, y flexionaremos el brazo interno (el más cercano a nosotros) para que forme un ángulo de 90º. Flexionaremos también la rodilla externa (la opuesta a nosotros), hasta formar un ángulo con el cuerpo, y colocaremos el brazo externo sobre la parte inferior del pecho, colocando el dorso de la mano bajo la mejilla.
Atraeremos a la persona hacia nuestro lado con cuidado, asegurándonos de que la cabeza permanece apoyada sobre el dorso de la mano.



Aquí dejamos un vídeo para ilustrarlo mejor:



Y una vez colocada a la víctima examinaremos otras lesiones, con el mismo procedimiento explicado antes.

Si no respira procederemos a hacer dos insuflaciones efectivas de 5 de rescate. Después de esto comprobaremos si tiene pulso. Es recomendable hacerlo en el cuello, sobre la arteria carótida, y nunca con el dedo pulgar. Si tiene pulso continuaremos insuflando a un ritmo de una insuflación por cada cinco segundos, comprobando el pulso de cada dos o tres minutos. Sin embargo si no tiene pulso iniciaremos la reanimación cardiopulmonar (RCP), que explicaremos más adelante.

A la hora de un accidente hay que tener en cuenta otras cosas, como por ejemplo:

  • En un accidente de coche no mover a un herido, salvo riesgo de muerte, o sacar el casco a un motorista. Son cosas que deben hacer los especialistas, ya que podríamos causar lesiones vertebrales.
  • No proporcionar medicamentos a los heridos.
  • Debemos aflojar las prendas que les molesten, sobre todo para poder respirar.
  • En caso de un traumatismo, aunque haga calor si el accidentado no se puede mover, debemos taparlo con una manta o con lo que tengamos más a mano, ya que en caso de trauma se pierde calor con facilidad.

Ante todo debemos mantener la calma y recordar que una pequeña ayuda siempre puede marcar la diferencia.






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