La temperatura corporal de nuestro cuerpo está en torno a unos 37º, dependiendo de la persona. Ya hemos hablado de lo que pasa si esta temperatura baja demasiado, ¿pero qué ocurre si sube? Pues tendremos un golpe de calor, es decir, una insolación.
Un golpe de calor se produce si la temperatura corporal supera los 40º. Sin embargo esto depende de cada persona, los ancianos y los niños son vulnerables. De ahí que escuchemos las típicas frases en los informativos de verano en las que dicen: "mantener a niños y ancianos a la sombra e hidratarlos con frecuencia".
El organismo tiene unos mecanismos de regulación, como el sudor, y distribuyen el calor mediante la sangre y lo expulsan al exterior. Pero si se sufre un golpe de calor todos estos mecanismos dejan de funcionar y se pierden líquidos corporales, pudiendo provocar daños neurológicos e incluso la muerte.
Una persona que está sufriendo un golpe de calor va a presentar ciertos síntomas y signos. Atento a ellos:
- Mareo.
- Confusión, desorientación o pérdida de conocimiento.
- Piel roja y seca.
- Pulso acelerado.
- Vómitos frecuentes.
- Siente problemas para respirar o que le falta el aire.
- Primero mucha sudoración, y después falta total de ella.
- Fiebre. Temperatura corporal de más de 39,4º
- Comportamiento inadecuado, por ejemplo: desvestirse sin importarle dónde esté.
En cualquiera de estas situaciones lo más recomendable es acudir a un centro de salud, pero mientras los servicios de urgencias llegan, o si no se ha podido avisar. ¿Qué hacemos?
- Poner a la víctima en un sitio fresco a la sombra, un sitio con ventiladores o aire acondicionado, y colocarle los pies en alto.
- Desvertir a la persona e intentar disminuir la temperatura corporal, colocando tela mojada o hielo en las axilar o ingles.
- Si la víctima tiene una temperatura superior a 40º bañarla con agua fría hasta llegar a los 38º, en ese momento se debe dejar de aplicar frío para evitar posibles hipotermias.
- Controlar la temperatura de cada 15 min, para en caso de que suba, aplicar tratamientos más fríos.
Por último recordar algunas cosas que se deben tener en cuenta para evitar estos golpes de calor, o que no debemos hacer si notamos que podemos estar sufriendo uno, como pueden ser: sacar la camiseta si se tiene calor, ya que la tela retiene humedad que perdemos si la sacamos. Debemos hidratarnos con frecuencia; evitar exponernos al sol durante las horas de más calor, así como hacer ejercicio físico. No beber alcohol ni excitantes, y evitar las comidas calientes y grasas.
Con estos sencillos pasos estaremos preparados para atender estas emergencias sean las circunstancias que sean, porque hay que recordar que "Summer is coming". Bueno, o no, pero nunca está de más ser optimistas.
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