Bueno, pues otro día más seguimos aquí. Hoy vamos a hablar de unos insectos muy temidos por muchos de nosotros. Sé que estareis pensando en diversos tipos: que si arañas, mosquitos, abejas... Pues no vais mal encaminados. En concreto, vamos a hablar de la avispa ( figura 1), un insecto carnívoro similar a la abeja (menos pelo), que vive en grupo. Mide unos 15 mm y posee un cuerpo colo amarillo y rayas negras transversales. Una de sus principales características es que dichos insectos producen picaduras dolorosas, lo que conlleva sobre todo enrojecimiento, hinchazón y prurito ( picor para entendernos mejor), de la zona dañada.
Hay que tener en cuenta que a diferencia de las abejas, las avispas no pierden sus aguijones al picar, por lo que pueden dañarnos en numerosas ocasiones.
Estoy segura de que algún día os habeis encontrado con una situación similar y no habeis actuado del todo correcto, por ello os invito a que continueis leyendo:
1.- Lo primero que debemos hacer en este caso y como norma general en todas las situaciones de emergencia es: mantener la calma, tranquilizar a la victima y asegurarse de que no tenga ninguna reacción alérgica grave.
2.- Posteriormente lavaremos la zona dañada con agua y jabón.
3.- Puede quitar el aguijón ayudándose de una gasa o raspando con la uña. No está indicado la extracción con pinzas porque podría empeorar la situación, penetrando más profundamente el veneno.
4.- Continuaremos con la aplicación de hielo sobre la picadura durante un período de unos 10 minutos para la reducción del hinchazón, y si fuera necesario se aplicará un antihistamínico o crema para la disminución del picor.
5.- Finalmente, observe los signos y síntomas, y en caso de que se produzcan reacciones más graves, diríjase al centro sanitario más cercano.
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