INTOXICACIÓN ETÍLICA

No, no es casualidad que esta entrada la escriba un jueves de madrugada; es estrategia de marketing y una sincera preocupación por la salud de todos los jóvenes que salgan de fiesta este fin de semana. Aunque estoy segura que vuestras madres os lo habrán repetido hasta la saciedad, lo vuelvo a decir: "bebed con moderación". Es una frase muy trillada, pero el alcohol puede convertir una noche de diversión en la peor experiencia de tu vida. Coger el puntillo está bien, pero una vez que te pasas, la línea que separa la intoxicación de un coma etílico es muy fina, y la próxima parada es la muerte.

Si vemos que un amigo ha bebido demasiado y sufre: pérdidas de conciencia, desmayos, apatía, baja respuesta a estímulos, parada de centros respiratorios y motores... debemos ponernos en alerta, avisar a los servicios de emergencias (112 en España) y explicarles la evolución y los síntomas del mismo. Mientras se espera la llegada de personal cualificado, hay una serie de pasos que debemos realizar:

1. Abrigar a la víctima (ya que el alcohol provoca grandes bajadas de temperatura en el organismo).
2. Aflojar aquellas prendas que puedan dificultar la ventilación.
3. Si está consciente: Colocar en posición lateral de seguridad, para facilitar la respiración y evitar el ahogamiento en caso de vómitos. 
   
   
   
4. Si está inconsciente: Colocar boca arriba con los brazos alineados con el cuerpo, y realizar la maniobra frente-mentón (para abrir la vía aérea). 
   
5. Si entra en parada cardiorrespiratoria: Aplicar RCP.
6. Permanecer al lado de la persona vigilando sus constantes vitales y esperando la llegada de los servicios de emergencias.

Recordaros por último que un consumo moderado de alcohol es responsabilidad de cada uno, y que emborracharse nunca debería ser imprescindible para pasar una buena noche (hacedme caso, que los borrachos siempre decimos la verdad... vale... era broma).