domingo, 21 de diciembre de 2014

EXTRACCIÓN DE GRANOS

El tema de hoy es morboso y asqueroso a partes iguales. Porque todos hemos sentido en alguna ocasión ese impulso irrefrenable por explotar un grano, y esa sensación de completa satisfacción cuando lentamente se retuerce saliendo de nuestros poros...
Por si aún no os habéis dado cuenta, esta entrada no es apta para sensibles, así que si no estáis seguros de cómo reaccionará vuestro estómago a lo que vais a ver a continuación, absteneos. Los que decidáis seguir adelante, avisados estáis.
Aquí no estamos para chorradas, y si hablamos de granos hablamos de GRANOS: infectados, hinchados, enrojecidos, con la cabeza a la vista, que duelen y que están pidiendo a gritos ser explotados. De todos es bien sabido que los granos no se deben explotar, pues andar toca que te toca en ellos no hace más que diseminar la suciedad (provocando la aparición de nuevos granos) y dejar cicatrices en la piel. Pero en contadas ocasiones aparece uno distinto al resto (más grande, más doloroso, o simplemente situado en un lugar estratégico como la punta de la nariz) y seamos realistas, lo vamos a explotar. Y ya puestos, hagámoslo bien.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que un grano es una pequeña infección que sale al exterior en forma de pus, y que no debemos explotarlo mientras ese pus no esté a la vista (se ve un puntito blanco). Y para deshacernos de él, debemos seguir los siguientes pasos:

  1. Reblandecer la piel: esto lo conseguiremos con calor, ya sea una ducha caliente o un baño de vapor.
  2. Ayudarnos de una aguja desinfectada para abrir un agujero por donde dejar salir el pus (este paso no es imprescindible).
  3. Con la ayuda de gasas impregnadas en un poco de alcohol, produciremos presión sobre la zona hasta extraer todo el pus. Sabremos que no queda nada cuando salga una gota de sangre limpia (esto es importante, porque de quedar un poco dentro, el grano volvería a renacer de sus cenizas cual fénix, y no es plan).
  4. Tras la extracción, limpiaremos la zona con alcohol y después aplicaremos algún producto astringente para cerrar el poro (hay muchas cremas y tónicos en el mercado, no voy a hacer publicidad), y esperaremos a que cure sólo, sin manosear la zona.
Es importante no hacerlo con los dedos, sino con gasas o pañuelos, que absorberán todo el contenido sin infectar la piel circundante. Así como protegernos con guantes si vamos a explotar el grano de otra persona, y si te pones tiquismiquis puedes utilizar gafas protectoras y mascarilla también (con algunos es altamente recomendable por el riesgo de explosión).
Y porque no podía acabar esta entrada sin deleitaros con alguno de mis vídeos de granos favoritos, ahí os va uno, para acabar con un buen sabor de boca.

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