lunes, 1 de diciembre de 2014

AMPUTACIONES


La amputación se produce cuando un trauma provoca la separación completa de una parte del cuerpo (que suele ser una extremidad o parte de ella), aunque en ocasiones puede quedar unida por algunos tejidos blandos.
Creo que voy a obviar los síntomas porque, en serio... te falta un miembro, creo que está claro qué es lo que te pasa.
Lo que si que debemos tener en cuenta son las complicaciones que surgen de las amputaciones, como: pérdida de sangre, shock, infecciones...



Ante una víctima con un miembro amputado, debemos seguir estos pasos:

  1. Comprobar la existencia de shock (afección presente cuando el cuerpo no recibe suficiente flujo sanguíneo). En caso de que lo haya: colocar a la víctima en posición horizontal con los pies elevados.
  2. Si la víctima está consciente, debemos calmarla y darle seguridad: "Eh amigo, tranquilo, no has perdido el dedo, lo tienes ahí, en el suelo" (y dejar que cunda el pánico...). Sin bromas, una persona alterada aumentará su frecuencia cardíaca, y el volumen de sangre que pierda será, por lo tanto, mayor.
  3. Intentaremos cortar la hemorragia, por lo que aplicaremos presión sobre la zona sangrante y la elevaremos. Si la hemorragia no se detiene, aplicaremos un vendaje compresivo; y solo en última instancia, y si la vida de la víctima corre peligro, realizaremos un torniquete.
  4. En muchos casos, es posible volver a implantar el miembro amputado, por lo que es de vital importancia localizarlo y conservarlo. Debemos envolverlas en un trozo de tela limpia y seca, meterlas en una bolsa plástica y sumergirla en agua fría y con hielo, y así las podremos mantener hasta 12 horas. Nunca se deben conservar directamente en hielo, ya que si se congelan, se puede hacer imposible su reimplantación.
Así que ya sabéis, mantened vuestras extremidades a buen recaudo y, en el caso de perder alguna, conservar en lugar fresco y seco.

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