La drogodependencia se conoce como la necesidad física y/o psicológica de consumir droga, independientemente de sus consecuencias negativas, para poder mantener un funcionamiento normal del organismo o experimentar una situación placentera.
Este síndrome puede aparecer tras la supresión del consumo (síndrome agudo) o a largo plazo (síndrome tardío).
- A corto plazo se producirá secreción nasal, lagrimeo, bostezos y sudoración (antes de 24 horas); posteriormente insomnio, midriasis, escalofríos, náuseas, agitación, taquicardia, dolores musculares (a las 24 horas); después se irán intensificando los anteriores síntomas y aparecerá diarrea, deshidratación e hiperglucemia (hasta 48 horas) y si no se recibe atención médica estos síntomas se agravarán y la deshidratación acabará provocando la muerte. Por esto, es fundamental que las personas drogodependientes estén controladas en clínicas de desintoxicación o centros médicos. Realmente no hay mucho que podamos hacer por una persona que está sufriendo este síndrome, por lo que debemos llevar cuanto antes a la persona a un centro médico dónde reciba ayuda profesional.
- A largo plazo, aparecerá incapacidad para pensar con claridad, pérdidas de memoria, reacciones emocionales incontroladas, alteraciones del sueño... Todo esto como consecuencia de las lesiones sufridas a nivel del SNC.
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