Algunos de los síntomas de las varices son:
- Que se pueda ver la red venosa en las piernas.
- Pesadez y cansancio en las piernas.
- Dolor.
- Calambres.
- Hormigueos.
- Sensación de calor.
- Hinchazón o edema.
- Cambios de coloración en la piel.
- Aparición de úlceras.
A pesar de no ser graves, las varices son antiestéticas e incómodas. En la mayor parte de los casos el tratamiento va a ser paliativo, es decir, para aliviar los síntomas, y en otros casos será para curarlas.
Ciertas medidas implican corregir los factores que dan lugar a la aparición de las varices. Sería controlar el sobrepeso, realizar ejercicios que favorezcan el retorno venoso, cuidar mucho la higiene y la hidratación de la piel, y dependiendo del caso será necesario utilizar medias elásticas de compresión.
Para aumentar el tono de la pared venosa o mejorar la reabsorción del exudado, hay muchos fármacos a la venta, que junto con el resto de medidas son beneficiosos. Para aumentar el tono venosos hay algunos como el extracto de Ginkgo biloba, Flavonoides, Escina, extracto de centella asiática, extracto de castaño de indias o troxerutina.
También existen numerosos anticoagulantes en crema que evitan la aparición de trombos, ayudando a mejorar la circulación y limitando, o eliminando, los acúmlos de glóbulos rojos.
Algunos otros medicamentos son analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios, cicatrizantes, corticoides, diuréticos... Aunque el uso de cualquiera de ellos tiene que ser recetado por un médico.
Si las varices se complican podría llegarse a un punto en el que sería necesaria la intervención quirúrgica.
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