domingo, 21 de diciembre de 2014

CONGELACIONES LOCALES

Las congelaciones locales o quemaduras por acción del frío afectan a las zonas distales del cuerpo humano.

                                       

La gravedad de la congelaciones depende de la acción de las temperaturas bajas pero también de la humedad, el viento, la edad, el tiempo de exposición, la compresión de la ropa, el estado de nutrición, la falta de ejercicio, la resistencia, la constitución física, la inmovilidad, ciertas patologías, drogas y alcohol.
Las congelaciones pueden ser de primer, segundo y tercer grado dependiendo de la profundidad y del tipo de lesiones.

                        

Si nos encontramos ante un caso de congelaciones locales debemos rescatar a la víctima y llevarla a un lugar caliente, retirar los objetos que puedan comprimirle, sacarle la ropa húmeda y cambiársela por una seca, darle de beber líquidos con azúcar y calientes, si la quemadura es de primer grado vendamos la lesión con algodón para darle calor.
Si la quemadura es de segundo o tercer grado tenemos que calentar la zona afectada dándole un baño caliente (20-40 grados). Sacar y envolver la zona afectada, mantener el miembro lesionado elevado para disminuir el edema por último debemos trasladar a la víctima a un centro sanitario.

Debemos tener en cuenta que no podemos exponer la zona directa al calor, tampoco debemos frotar la zona afectada ni romper las ampollas, tampoco es recomendable sacar los zapatos si la lesión afecta a los pies ni darle al accidentado alcohol (tradicionalmente se creía que el alcohol hacía entrar en calor).

Las congelaciones pueden ser reversibles si aplicamos calor a la zona afectada y se vuelve a activar la circulación recuerándose de la vasoconstricción del inicio. Pero si se produce la necrosis de los tejidos, estos se dañan y no se recuperan aunque apliquemos calor.

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