Droga es cualquier sustancia que, introducida en el organismo, tiene el poder de modificar el funcionamiento del sistema nervioso del individuo. Hay muchos tipos (depresoras, estimulantes y perturbadoras del SNC) y distintas vías de administración (oral, inhalatoria, intravenosa...).
Las emergencias más comunes derivadas del consumo de drogas son las intoxicaciones o sobredosis y el síndrome de abstinencia, que veremos en posteriores entradas.
Hoy vamos a hablar de las drogas depresoras del SNC (inhiben el funcionamiento del mismo, disminuyendo el ritmo de las funciones corporales y la actividad nerviosa), como son el alcohol, los opiáceos (heroína, metadona y morfina), cannabis y algunos fármacos (benzodiacepinas y barbitúricos). Dependiendo de la droga causante, el protocolo de actuación variará ligeramente. Así:
- Las sobredosis por opiáceos se manifiestan con: miosis, hipotermia, hipotensión, edema de pulmón, alteraciones cardiacas, shock... Ante una sobredosis: Tratar de mantener un ritmo cardiorrespiratorio adecuado en la víctima, y aplicando maniobras de RCP si fuera necesario, mientras esperamos el traslado urgente a un centro hospitalario.
- La intoxicación de cannabis produce: enrojecimiento conjuntival, taquicardia, sequedad de boca, hipotermia, alteraciones de la coordinación, euforia, alteración en la memoria, sedación, somnolencia, ansiedad y pánico. Estos efectos aparecen pocos minutos después de su consumo, y pueden durar de 2 a 3 horas. Ante una sobredosis: Debemos llevar a la víctima a un lugar tranquilo, dónde trataremos de tranquilizarla y mantener reposo. Si apareciese una crisis de ansiedad o pérdidas de conocimiento, se avisaría a los servicios de emergencias.
En la próxima entrada veremos cómo actuar ante una sobredosis por drogas estimulantes del SNC.
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