Los accidentes producidos por acción de la corriente eléctrica o la electricidad atmosférica pueden causar: quemaduras, roturas musculares o tendinosas, luxaciones o fracturas, edema, hemorragias cerebrales, parada cardiorrespiratoria e incluso muerte.
El protocolo de actuación ante una víctima de electrocución es el siguiente:
- Cortar la corriente.
- Apartar al accidentado de la fuente eléctrica.
- En caso de no poder cortar la corriente, alejar a la víctima de la fuente utilizando palos o papel de periódico (cualquier material aislante que no conduzca la corriente).
- Tapar los orificios de entrada y salida de la corriente.
- Si vemos quemaduras externas, quitar la ropa y mojar las zonas quemadas con agua fresca hasta que cese el dolor, y tratar las quemaduras posteriormente.
- Abrigar al paciente.
- Avisar a los servicios sanitarios.
- Mientras esperamos su llegada, vigilar a la víctima por si sufre parada cardiorrespiratoria, shock, convulsiones... y actuar en consecuencia (si no sabes cómo, visita nuestras entradas anteriores).
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